La iglesia posee dos naves, una central y primigenia, y una lateral añadida en 1651 con la creación de una nueva capilla para albergar la imagen de Nuestra Señora de los Prados, dado que su ermita se había derruido. Anejo al altar principal, se encuentra la sacristía, y acontinuación de ésta un zaguan o atrio.
Su estilo se puede calificar como bizantino en su conjunto, aunque se aprecian elementos románicos y góticos. Del siglo XVI se aprecian ciertos agregados barrocos.
Las naves se hayan separadas por arcos de medio punto soportados por pilares octogonales. El altar mayor se remata con una cúpula apuntada, mientras que en la capilla lateral se levanta una falsa cúpula sobre pechinas, decorada con un fresco de motivos religiosos.
Se conserva la ornamentación original de las cornisas de la nave central, decoración de carácter geométrico. La entrada principal al templo se abre con un arco trilobulado.
Las dos guerras que ha sufrido la sierra, la de Independencia y la Civil deterioraron bastante la estructura.

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